Publicado por: Pablo José Ascanio

Génesis 3:8-9

8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?

INTRODUCCIÓN

La fe verdadera no es un sótano para que hombres y mujeres vayan a refugiarse de las tormentas de la vida. Muchos toman a Cristo como si Él fuera un genio que todo lo concede, muchos creen que Dios es un ser al cual clamamos y el simplemente nos escucha y nos responde, otros creen que el deber de Dios es mantenerles con un buen carro, buena casa, buena ropa, buen empleo, buena esposa, siempre sanos de enfermedades, con alegría en sus casas y sobre todo con mucha fama y mucho dinero. Pero no es así.

LA COMUNION INTIMA DE DIOS Y ADAN

En el Antiguo Testamento A.T. Dios creó al hombre para que viviera como Señor y Administrador de lo que estaba creado, Dios puso a Adán y Eva como padres y señores de todo en el huerto del Edén, (que significa una delicia) Dios les otorgó la potestad de nombrar, comer y hacer lo que quisieran, sin necesidad de trabajar, sin dificultades, en otras palabras, sin necesidad de pasar por Tiempos Difíciles.

El hombre desde ese punto de vista era un victorioso, un ganador, un señor, un dueño, un patrón, un emperador; desde su nacimiento. Y Dios se regocijaba y su corazón se glorificaba de ver al hombre que había creado; actuando y ejerciendo su cargo como señor de todo.

LA OTRA VOZ

Pero este magnífico plan de Dios el mismo hombre lo destruyó, hasta que apareció la otra voz, y el hombre la mujer creados por Dios, se dejaron manipular por la otra voz. E hizo que Dios se enojara, y todo lo que Dios había otorgado al hombre, le fue arrebatado y desde ese día hasta hoy el hombre fue constituido un pecador y sus días fueron traspuestos a Tiempos Difíciles…

Desde ese día el hombre perdió la comunión con Dios, perdió el lugar de delicia que Dios había creado para el hombre.

Conque Dios ha dicho… así se presentó, y se sigue presentando la voz del enemigo para destruir la magnifica obra de Dios en la vida del hombre. El propósito del Diablo es obstruir nuestro oído espiritual para que no escuchemos la voz de Dios para nuestras vidas. ¿Puede ver el patrón? El diablo siembra la cizaña de temor en el corazón de los creyentes a tal punto de no querer escuchar la voz de Dios.

LA DESGRACIA

Hoy la otra voz, está destruyendo familias, está destruyendo a jóvenes, la pornografía, la prostitución, los pleitos familiares, la inmoralidad, los placeres mundanales. Eso es HOY la otra voz.

Hoy la otra voz, esta causando grandes desgracias en la humanidad, mi biblia dice: “que los hombres amaron más las tinieblas que la luz.” En otras palabras, amaron más la otra voz.

La otra voz, te induce a pecar, te induce a faltar al pacto matrimonial, la otra voz, te encierra en un pozo de desesperación.

Al principio la otra voz, se presenta como un dulce canto, “como el canto de sirenas” al principio te atrae, te envuelve, te hipnotiza, te consume, sacia tu deseo de pecar.

Pero después la misma voz que te indujo a pecar, comienza su fase final DESTRUIR POR DESESPERACIÓN Y MIEDO.

Eso pasó con Adán y Eva, cuando sus ojos fueron abiertos, su estado de inocencia, su estado de santidad, se destruyó. Luego vemos Adán y Eva, cosiendo un pequeño wayuco con hojas de higuera.

MALDITAS HOJAS DE HIGUERA, que no cubren nada, que no visten a nadie, sabe que son las hojas de higueras, mis propios métodos humanos de vivir la vida, mis conceptos, mis propias artimañas, mis propias mentiras que engañan a todo el mundo, PERO NUNCA ENGAÑARÉ A DIOS, y tampoco a mí mismo.

Dios maldijo la higuera…

También, paso con Judas, cuando entregó a mi Señor Jesús, fue tal la desesperación que se ahorcó.

La virgen que sale embarazada, el hombre que es infiel.

CUANDO DIOS LLAMA, ¡LLAMA!

Pero en el Nombre de Jesús hoy se levanta una iglesia, con un grito SOLO DIOS HACE AL HOMBRE FELIZ, SOLO DIOS PUEDE SALVAR, HAY SALVACIÓN EN JESUS.

Humanamente nadie perdona, y si perdona, no olvida, así la otra parte haya invertido el tiempo necesario, y se haya arrepentido. Simplemente lo borramos, lo eliminamos.

Pero Dios no es así. ADAN DONDE ESTAS TÚ

Esta pregunta perforó el corazón de nuestro padre, Adán. Le hizo parar y pensar en cuán miserable estado y condición se hallaba. Unos minutos antes de que Dios lo llamara, Adán se sintió seguro, escondiéndose en los árboles del Huerto. Mas ahora la voz de Dios penetra su escondite. Y es llevado a encarar su rebelión y su pecado.

“Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas” (Colosenses 3:25).

Él olvida que “La paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).

Él olvida que “Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7).

Al ocuparse en hacer delantales de hojas de higuera y esconderse en la profundidad de la oscuridad, debajo de los árboles en el Huerto. Este “ocuparse” saca su mente de los terribles pecados con que debe encarar a un Dios santo.

Pero luego la voz de Dios vino barriendo por el Huerto, y lo alcanzó donde se escondía. Y Dios dijo, “¿Dónde estás tú? – [Adán]?” (Génesis 3:9).

Esta pregunta le perforó la conciencia de inmediato y le reveló a su corazón cuán terrible era su condición. ¿Ya te sucedió eso a ti? Le ha hablado Dios a lo más profundo de tu alma y dicho,

“¿Dónde estás tú?” (Génesis 3:9).

¿Estás jugando con las cosas de Dios?

¿Estás buscando excusar tu pecado y tratarlo ligeramente?

¿O el ojo de Dios ha tocado tu corazón y te ha despertado al estado miserable de tu alma, la rebelión y la naturaleza muerta de tu corazón?

LA OPORTUNIDAD DE DIOS

Desde Abraham hasta Cristo, la humanidad entera pasando por 42 generaciones, sufrió la más férrea calamidad de reyes, plagas, muertes, guerras, y muchas otras más.

Pero en la generación 42, en la quinta dispensación, sucede el milagro más grande del mundo, Dios manifestado en carne en la persona de Jesús; interviene y pelea por la humanidad y les trae las buenas nuevas de salvación, es decir; EL LLAMADO DE DIOS A TIEMPO PARA SALVACIÓN.

Su muerte en la cruz por la humanidad, dio paso a la gracia divina de Dios. En donde el apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo, les envió una carta a los hermanos de Colosa, por allá en el año 61, d.C. diciendo en Colosenses 2:9–14 “…Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la deidad. Y vosotros estáis completos en Él, que es la cabeza de todo principado y potestad. En Él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; sepultados con Él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con Él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola del medio y clavándola en la cruz.”

Por ese motivo no podemos abandonar EL LLAMADO DE DIOS A TIEMPO PARA SALVACIÓN, él ha visto tus heridas, tus dificultades, tus enfermedades, tus dolencias, tus aflicciones; y la Biblia dice: “…Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.”

En Adán Dios le dio todas las cosas sin necesidad de nada, pero en Cristo, Dios nos dio todas las cosas y aun la vida eterna, pero a través de nuestra fe, sumisión, y obediencia, a Él, Santiago 1:12 dice: “…Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios a prometido a los le aman”.

El que no acepta EL LLAMADO DE DIOS A TIEMPO PARA SALVACIÓN, vivirá sumido, problemas, frustraciones, decepciones y en desespero. Será presa fácil del enemigo. Será vulnerable a cualquier situación.

  • EL LLAMADO DE DIOS: te dice, avanza. La otra voz, te dice, quédate donde estás.
  • EL LLAMADO DE DIOS: te dice, sí puedes. La otra voz, te dice, no eres capaz.
  • EL LLAMADO DE DIOS: te dice, confía en mi voluntad. La otra voz, te dice, es un riesgo.

  • EL LLAMADO DE DIOS: te dice, Yo Soy tu sanador. La otra voz, te dice, si no voy al médico puedo morir.

¡Jesús! Es el Llamado a tiempo para Salvación Isaías 1:18-20

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