La noche que Jesús fue entregado comió la cena pascual con los apóstoles y después instituyó como mandamiento el efectuarla: “Y tomó el pan y dio gracias y lo partió y les dio diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre que por vosotros se derrama” (Lucas 22:19-20).

Pablo instruyó a la Iglesia cómo practicarla (1 Corintios 11:23-32). Así fue instituido comer el pan y beber el fruto de la vid en memoria del Señor Jesucristo, anunciando la muerte del Señor hasta que Él venga. Hay una significación espiritual y una bendición al tomar la Cena del Señor.