Son las Buenas Nuevas de salvación, manifestada a través de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo (1 Corintios 15:1-4). Estas Buenas Nuevas provienen del cielo y fueron prometidas en las Sagradas Escrituras (Romanos 1:1,2). El Señor Jesucristo fue el primero en anunciar el Evangelio, dice la Escritura: “…Jesús vino a Galilea predicando el Evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el Evangelio” (Marcos 1:14,15).

Su contenido es glorioso, el apóstol Pablo lo llama “Las inescrutables riquezas de Cristo” (Efesios 3:8) y escribió en una de sus cartas pastorales: “…la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio” (2 Timoteo 1:9,10).