Juan, el bautista, dijo: “…Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3:11). El Señor Jesucristo declaró: “…vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días” (Hechos 1:5). El Espíritu Santo se evidencia con la experiencia de hablar en otras lenguas, según el Espíritu Santo dé que hable. “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:4), de esta manera se da cumplimiento a la profecía encontrada en Joel 2:28.

Pedro también explica esta experiencia: “…habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo ha derramado esto que vosotros veis y oís” (Hechos 2:33) “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” (Hechos 2:39).